Nosotros
Sobre Virgo María
Nuestra misión es conquistar el mundo para la Virgen María. Más que una marca de vino, “Virgo María” pretende convertirse en un movimiento de apostolado que evangeliza en todos los ámbitos posibles. Queremos que cada botella sea un mensaje de fe, un símbolo de amor y una invitación a la conversión, llevando la presencia materna de María a cada rincón. Inspirados en su ternura y en su llamado a la santidad, buscamos que nuestro trabajo no sólo deleite el paladar, sino que también toque los corazones y siembre esperanza en quienes lo reciben.
Un apostalado con causa
Cada botella vendida apoya iniciativas que buscan extender el Reinado de la Virgen María en el mundo, promoviendo apostolados, obras de caridad y misiones que trabajan por el triunfo de su Inmaculado Corazón.
De esta manera, unimos la fe con la acción y la espiritualidad con el compromiso, para que en cada rincón de la tierra se proclame que María es Reina y Madre de todos los hombres.
Cada botella vendida apoya iniciativas que buscan extender el Reinado de la Virgen María en el mundo, promoviendo apostolados, obras de caridad y misiones que trabajan por el triunfo de su Inmaculado Corazón.
De esta manera, unimos la fe con la acción y la espiritualidad con el compromiso, para que en cada rincón de la tierra se proclame que María es Reina y Madre de todos los hombres.
Uno de nuestros principales valores y causas es la formación de los futuros sacerdotes, conscientes de que la Iglesia necesita pastores santos y entregados y que ellos son instrumentos esenciales para la propagación del Evangelio y la santificación de las almas. A través de nuestro apostolado, contribuimos con apoyo económico y, sobre todo, con la fuerza de la oración. De manera especial, ofrecemos nuestras intenciones en la Santa Misa, pidiendo a la Santísima Virgen María que interceda por nosotros y nos alcance del cielo más y mayores vocaciones religiosas.
Creemos que el sacerdocio es un don invaluable para la humanidad y, a través de este apostolado, queremos ser instrumentos de Dios para que su viña esté siempre llena de obreros fieles al Evangelio.
Confiamos en que, por el amor y auxilio de la Virgen María, veremos florecer una nueva generación de pastores santos entregados a la misión de llevar a Cristo al mundo.
La Medalla Milagrosa
La Medalla Milagrosa se regala como signo de protección y gracia, siguiendo la promesa que la Virgen María le hizo a Santa Catalina Labouré en 1830. En una de sus apariciones en la capilla de las Hijas de la Caridad en París, la Virgen le mostró el diseño de la medalla y le dijo: “Las personas que la llevaren con confianza recibirán grandes gracias”.
Desde entonces, la Medalla Milagrosa se ha convertido en un poderoso instrumento de evangelización y conversión. Al regalarla, se busca poner a la persona bajo el amparo de la Virgen María, recordándole su amor y su intercesión ante Dios. Es un gesto de fe y de invitación a la oración, confiando en las gracias que la Madre de Dios ha prometido aquellos que se pongan bajo Su manto.
La Medalla Milagrosa se regala como signo de protección y gracia, siguiendo la promesa que la Virgen María le hizo a Santa Catalina Labouré en 1830. En una de sus apariciones en la capilla de las Hijas de la Caridad en París, la Virgen le mostró el diseño de la medalla y le dijo: “Las personas que la llevaren con confianza recibirán grandes gracias”.
Desde entonces, la Medalla Milagrosa se ha convertido en un poderoso instrumento de evangelización y conversión. Al regalarla, se busca poner a la persona bajo el amparo de la Virgen María, recordándole su amor y su intercesión ante Dios. Es un gesto de fe y de invitación a la oración, confiando en las gracias que la Madre de Dios ha prometido aquellos que se pongan bajo Su manto.
Nuestro Anagrama
El anagrama “AM” es una abreviatura tradicional utilizada para representar a la Santísima Virgen María. Su significado proviene del latín “Ave María”, que hace referencia” Ave María, llena eres de gracia, el Señor está contigo” .”Auspicio María”, que “Bajo la protección de María”.
A lo largo de la historia, este anagrama ha sido empleado en obras de arte, arquitectura, escudos y emblemas religiosos como un signo de devoción mariana. Su diseño suele estar entrelazado o adornado con símbolos marianos, como la corona de estrellas, el lirio de pureza o el monograma mariano (la “M” entrelazada con una cruz o una “A”). Es un recordatorio del amor maternal de la Virgen y de su misión de Medianera de todas las gracias.
La Medalla Milagrosa se regala como signo de protección y gracia, siguiendo la promesa que la Virgen María le hizo a Santa Catalina Labouré en 1830. En una de sus apariciones en la capilla de las Hijas de la Caridad en París, la Virgen le mostró el diseño de la medalla y le dijo: “Las personas que la llevaren con confianza recibirán grandes gracias”.
Desde entonces, la Medalla Milagrosa se ha convertido en un poderoso instrumento de evangelización y conversión. Al regalarla, se busca poner a la persona bajo el amparo de la Virgen María, recordándole su amor y su intercesión ante Dios. Es un gesto de fe y de invitación a la oración, confiando en las gracias que la Madre de Dios ha prometido aquellos que se pongan bajo Su manto.
experiencias
Momentos llenos de fé
Book a visit to the winery to experience first-hand the magical atmosphere of the valley, nibble on the sweetest and ripest sorts of grapes and taste our best wines. Perfect for a family trip, your anniversary, or any social event.